Sí, llámame idiota. Porque me arrastro tras tu sombra, recogiendo aquellos cabellos que dejas caer, para tejerme una manta que huela a ti. Por jugar…
Soledad
—Hola, mi nombre es Alejandro y soy invisible. Habían pasado unos meses desde que Alejandro había descubierto que, sin motivo aparente, ya no podía interactuar…
Siempre oculta, temerosa, no dejas que nadie se acerque. Arrastrando las heridas y espadas de viejas batallas, sangrando durante la noche, recostada en tu cama….
No te vayas a enamorar de mí. Porque te voy a olvidar. No pienses en mí, porque no sé cómo amar. Posiblemente te cante al…
Róbame el aliento. Ese que se ha quedado a un instante de acariciar tus labios, asfixiándome debajo de las repisas, donde el polvo se acumula…
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a…
La soledad era su compañera. La locura su amante. Iba y venía, apoyando su alma cansada en una, cuando la otra le fallaba. Fiel a…